El principio de este fin de semana teatral me llevó el viernes a ver Noche de Reyes de William Shakespeare, dirigida por el irlandés Denis Rafter.
Es una comedia de enredo acerca de las desventuras de dos hermanos mellizos separados tras un naufragio, y posteriormente confundidos entre sus amantes, admiradores y detractores. No demasiado original hoy en día, pero divertido.
La escena se basaba en un espacio libre, ocupado sólo con un baúl, un tronco y una caja de música, y una decoración bastante austera, con siete telas colgando inmóviles que hacen la función de árboles, montañas, edificios, etc. Son los actores los que crean las imágenes, el ritmo y la musicalidad.
Me gustaron especialmente dos detalles: la interacción con la caja de música, que se abría y cerraba para dar paso a las canciones, y la recreación del mar agitando unas telas azules en primer plano del escenario.
Me reí mucho con los peluches que aparecían durante toda la obra, especialmente con un chimpancé que participó en un par de conversaciones.
Noche de Reyes
William Shakespeare
Dirección: Denis Rafter
Producción: Gesteatral, S.L.
Reparto: Balbino Lacosta, Gladys Balaguer Mendoza, Israel Ruiz, Patricia Ortega Cano, Manuela Paso, Pilar Gómez Lozano, Jesús Fuente, Ángel García Suárez, Rafael Ramos, César Diéguez.
El buen gustó de boca que me dejó, se me paso en parte al salir del teatro. Una empleada de la instalación comentó a la mujer que iba delante mío:
Empleada - ¿Qué tal Fulanita?
Señora - Bien, me he reído mucho...
Empleada - Bueno, ha sido una lástima que el público estuviera tan frío.
Me dejó roto. Yo me reí bastante, igual que el resto del público, especialmente en el segundo acto cuando se descubrian los enredos. ¿Quién es esa tía para decir que el público ha estado frío? Eso se puede escuchar otro día, pero no en la misma salida, cuando aún te estás riendo.