Hoy, 24 de noviembre, muchas personas en todo el mundo celebramos el "Día del Orgullo Primate" para reivindicar nuestro origen evolutivo y por tanto nuestro parentesco con el resto de especies del mundo animal.
El Día del Orgullo Primate se celebra cada 24 de Noviembre porque en esta fecha sucedieron dos hechos relevantes muy relacionados. En 1859 Charles Darwin publicó El Origen de las Especies, y en 1974 se descubrió el fósil de Lucy, el más completo de un Australopithecus afarensis.
Me sumo al manifiesto que promueve el blog Sin Dioses, promotor original de esta celebración:
- Nos sentimos orgullosos de ser miembros del orden de los primates. La inclusión en el grupo de los primates no es solo un aspecto taxonómico sino que revela también el parentesco evolutivo que tenemos con los demás primates.
- Nos sentimos orgullosos de "descender de un simio". No de una especie de simio actual, sino de un simio extinto, pero simio al fin y al cabo. No nos avergüenza nuestro origen evolutivo.
- Queremos hacer un reconocimiento al trabajo de los paleontólogos que han ayudado a descifrar nuestros orígenes evolutivos y deseamos que se siga desarrollando el trabajo de los paleontólogos, así como la divulgación de sus investigaciones.
- Queremos hacer un reconocimiento a todos los biólogos y conservacionistas que trabajan para ayudar a conservar las especies de primates actuales.
- Queremos declarar que los seres humanos no estamos separados de la naturaleza, sino que somos parte de la naturaleza, ya que nos relacionamos con ella en las interacciones ecológicas y por nuestro origen evolutivo.
- Manifestamos que nos sentimos orgullosos de ser homínidos y de que nuestros parientes más cercanos sean los simios africanos. La anatomía comparada y la genética nos muestra esta relación filogenética y tal hecho no nos hace menos como seres humanos.
- Queremos que el conocimiento de los orígenes humanos que nos revela la ciencia esté disponible en todas las escuelas y denunciamos el bloqueo que hacen de ello los grupos fundamentalistas religiosos.
- Manifestamos que la oposición que hacen los creacionistas respecto al parentesco de los humanos con los demás primates y de nuestra evolución es científicamente deshonesta y responde solamente a intereses doctrinales. Los creacionistas tienen derecho a creer lo que deseen pero no pueden pretender pasar por alto el testimonio fósil, ni del ADN, ni de hacer pasar sus convicciones religiosas como una explicación al mismo nivel de la ciencia.